lunes, 18 de agosto de 2008

Mi Gatita Iris

Me dieron una gatita callejera y enfermita de las orejas, enseguida la cogimos cariño, tenía algo especial. La tirabas una pelotita y te la traía como si fuera un perrito y gruñía cuando algún vecino, o extraño se acercaba a nuestra puerta. La llamamos Iris porque sus ojitos no tenían un color definido .Cuando me quede embarazada me contaron historias de que mi gatita iba a matar al recién nacido etc,etc... Pues desde aquí deciros que todo lo que me contaron fueron más bien cuentos urbanos. Cuando compraba el cochecito para el bebe o la cunita, la deje que lo oliéra todo y cuando nació mi hijo, mi marido llevó alguna ropita usada por mi bebe para que lo oliéra también. Cuando llegamos a casa , se acercó , lo olió y se fue a otra habitación. Dormía en los pies de la cunita y cuando el niño lloraba venía corriendo hacía donde yo estuviera y me hacía seguirla hasta llegar al bebe . Cuando le tenía en el parque de juegos ella hacía caer su rabito y lo movía y mi hijo se reía y de que forma; hasta que se puso un día de pie en el parque y tiro de su rabito la pobre se engancho en el borde del parque y maullaba pidiendo auxilio, se la rescato y ya no le volvió hacer nada ,puesto que se tubo que dar cuenta que el pequeño ya se ponía de pie y agarraba todo lo que se movía , jugaban juntos y el creció con ella hasta los tres añitos. Mi gatita enferma empeoro y se tubo que ir, digo yo que a un sitio mejor. Jamás le saco los ojitos a mi hijo, ni nada por el estilo. Fue una buena amiga aún siendo gata, mi hijo tiene ahora 9 años y todavía se la echa de menos. Un besito Iris